¿Qué podemos hacer este año para lograr nuestras metas y que realmente se cumplan?

¿Por qué no podemos crear la realidad que deseamos?

Para lograrlo, necesitamos cambiar nuestra forma de pensar. Todo lo que ves, piensas y sientes es lo que forma tu realidad. Si ves las cosas como problemas, se volverán problemas. Si piensas que el mundo es un lugar difícil, lo será. Por eso, debemos cambiar esa perspectiva y empezar a ver las cosas de otra manera.

La clave está en imaginar la vida como un juego. Si lo ves de esta forma, todo cambiará. Así podrás tomar el control y reescribir las reglas de ese juego.

Primero, debemos entender que la realidad no es solo física; también hay otros niveles, otras dimensiones. Desde pequeños nos enseñan que para tener éxito hay que esforzarse mucho, pero esto solo cubre las metas físicas. La realidad es mucho más que eso. Hemos visto a nuestros padres y abuelos hacer las cosas siempre de la misma manera, repitiendo patrones, pensando que solo con esfuerzo físico se logran las cosas. Pero esto no es todo. La verdadera esencia de la realidad es mucho más profunda que eso.

La realidad es un juego mental y espiritual. Lo que vives refleja lo que ocurre en tu mente y espíritu. Muchos no lo ven porque se concentran solo en el mundo exterior. Pero la clave está dentro de nosotros, en el plano mental. Lo que creas en tu mente es lo que se manifiesta en el mundo físico. Las personas que entienden esto saben que el verdadero cambio comienza por dentro, cuando dejan de luchar contra las dificultades del mundo exterior y empiezan a dominar su mente y su espíritu. Así, dejan de reaccionar ante la vida y comienzan a crearla.

La realidad no es solo un juego físico, por eso debes cambiar tu forma de ver las cosas. Tienes que enfocarte en dos planos: el mental y el físico. El problema no está en lo que haces, sino en cómo lo haces. Muchas personas intentan cambiar el mundo exterior sin antes cambiar su interior. Pero el verdadero poder no está en lo físico, sino en tu mente. Las personas que entienden esto son muy pocas.

El plano físico es el mundo real, donde trabajamos y hacemos que las cosas sucedan. El plano mental es donde todo comienza. Aquí es donde ocurre la verdadera magia. La mayoría de las personas intenta cambiar lo físico, pero están tratando de solucionar un efecto usando otro efecto. Esto no funciona. Para cambiar algo, debes cambiar la causa, y la causa está en tu mente. Por ejemplo, al inicio de cada año, muchas personas se proponen metas, pero pronto las abandonan porque su mentalidad no está alineada con sus acciones. Si tu mente no está en el lugar correcto, tus esfuerzos físicos no tendrán resultados duraderos. Pero si tu mente está alineada, las acciones fluirán con facilidad y los resultados serán sólidos.

Antes de actuar, pregúntate: ¿Estoy solucionando el problema real o estoy tratando solo de arreglar los efectos? La respuesta está en la claridad mental. Esta claridad es lo que te ayuda a encontrar el camino correcto. Por ejemplo, muchas personas van al gimnasio para mejorar su cuerpo, pero se rinden porque su mentalidad no está preparada para ello. Si no tienes la mentalidad correcta, volverás a los viejos hábitos, no importa cuánto trabajes.

Lo mismo ocurre con la gente que busca dinero. Muchas veces, aunque se esfuerzan por ganar dinero, siguen atrapadas en una mentalidad de escasez. El verdadero reto es cambiar tu mentalidad y tu espiritualidad. Aquí está el secreto: SER, HACER, TENER. La mayoría de las personas piensa que primero hay que HACER y TENER para luego SER. Pero este enfoque no funciona. Para cambiar, debes empezar por SER. Cuando eres la persona que quieres ser, tus acciones y resultados seguirán de forma natural.

El secreto está en comenzar con el SER, en cultivar la mentalidad y las emociones que te apoyan para lograr lo que deseas. Cuando haces esto, lo que haces y lo que tienes vendrán como una consecuencia natural. Esto es lo que te libera de los ciclos interminables y te permite crear la vida que realmente deseas.

¿Por qué funciona este enfoque? Porque todo en la vida funciona en frecuencias. Primero adoptas una mentalidad, luego actúas en coherencia con esa mentalidad, y finalmente la realidad que deseas se manifiesta. Es un proceso simple, pero poderoso.

Por ejemplo, si deseas ser rico, no se trata solo de trabajar mucho. Se trata de tener una mentalidad próspera. Si piensas como una persona rica, las decisiones que tomes y las acciones que realices serán acertadas, y el dinero comenzará a fluir. O si deseas perder peso, pero tu mente está atrapada en la lucha contra el sobrepeso, el proceso será muy difícil. En cambio, si ajustas tu mentalidad para enfocarte en la salud, las acciones adecuadas vendrán de forma natural, como alimentarte mejor. No es magia, es mentalidad

Recuerda: No se trata de HACER para TENER, sino de SER para HACER.

Inspirado en el Poder de la mente.