top of page

El Psoas: el Puente Secreto Entre la Tierra y el Cielo.

ree

Un guardián profundo

Dentro de cada cuerpo humano habita un guardián silencioso: un músculo profundo que no solo sostiene nuestro andar, sino que custodia una llave hacia dimensiones olvidadas.Se llama psoas y en la sabiduría ancestral, es conocido como el músculo del alma.

Su ubicación es estratégica: conecta la parte superior del cuerpo con la inferior, enlazando la columna con las piernas y llevando mensajes emocionales desde el sistema nervioso central. Su vínculo con el diafragma hace que cada respiración lo toque y lo despierte.



ree

Cuando respiras, el psoas escucha. Cuando lo liberas, el alma habla.

En la vida agitada de hoy, el estrés lo contrae y endurece, afectando la postura y provocando dolores de espalda, menstruaciones dolorosas o digestiones pesadas. En el yoga, se le reconoce como puente entre lo físico y lo emocional, y su liberación abre la puerta a la creatividad y la vitalidad.


Un portal sagrado en tu interior

Algunos de los portales más poderosos no están en templos de piedra, sino en el propio cuerpo. El psoas es uno de ellos.Su forma encierra un poder vibracional que, al activarse, se convierte en un generador de energía capaz de encender la luz del alma y abrir puertas internas cerradas por siglos.

Cuando está bloqueado, la energía vital se estanca, el corazón se repliega y el cuerpo se endurece. Cuando se libera, una corriente sagrada asciende desde la pelvis hacia el corazón, toca la glándula pineal, despierta memorias antiguas y expande la conciencia.

El psoas es la mecha espiritual que enciende el fuego interior.


El cuerpo como templo

Para las culturas antiguas —egipcia, taoísta, griega, india— el cuerpo no era una máquina, sino un templo vivo, un microcosmos del universo. En su cosmovisión, el psoas estaba ligado al canal de energía vital que asciende por el eje central, el mismo por el que se eleva la kundalini.

En el taoísmo alquímico, se hablaba del “dragón dormido” que habita en el vientre inferior. Al despertarlo, encende los centros energéticos del cuerpo y otorga salud, sabiduría y poder interior. Aunque no siempre se le nombraba, las prácticas como respiraciones, posturas y sonidos activaban esta zona.

En el esoterismo occidental se le asociaba con la lámpara de Dios que arde en las entrañas. Y en la tradición gnóstica, se decía que el alma tenía tres anclas: en la cabeza, el corazón y un centro de fuego oculto en la raíz del cuerpo… justo donde el psoas se ancla.


Ciencia y misterio

La ciencia moderna empieza a reconocerlo como “el músculo del alma” por su relación con el sistema nervioso, el diafragma, la digestión y la postura. Para el científico es un hallazgo físico; para el iniciado, una revelación espiritual.

El psoas es como una dinamo: transforma energía física en energía espiritual. Cuando está relajado, la energía vital fluye libremente desde la base de la columna hasta el tercer ojo. Si está contraído, bloquea el flujo y genera fatiga, ansiedad y desconexión.

Un psoas liberado es un río que alimenta todos los campos del ser.


Memoria y sanación profunda

El psoas es también un guardián de memorias somáticas. Guarda emociones reprimidas —miedo, supervivencia, inseguridad— como un diario oculto en el cuerpo.

Cuando se trabaja con respiración consciente, movimiento fluido o meditación corporal, estas memorias se liberan. Y a veces, junto con ellas, emergen recuerdos de linajes pasados. Activarlo puede iniciar una limpieza profunda de cargas heredadas.

El psoas no solo guarda tus emociones, también guarda la voz de tu linaje.


Un motor de luz

El psoas sostiene el chakra raíz, centro de seguridad y conexión con la tierra. Activarlo con intención espiritual es como encender una antorcha en la oscuridad.

Su despertar enciende una columna interior cuyo calor transforma lo estancado en creatividad, sabiduría y visión. Eleva la energía sexual hacia formas más sutiles y devocionales, tal como enseñaban yoguis y alquimistas.

El psoas es un hilo de oro que une las raíces instintivas con las cumbres de la intuición.


Un llamado silencioso

El psoas no es solo músculo: es el canal vivo que une la tierra y el cielo dentro de ti. Escucharlo, honrarlo y liberarlo es responder a la llamada silenciosa del alma, recordando que tu cuerpo es un templo… y que en su campana más sagrada hay una música esperando ser escuchada.


Puedes practicar nuestra meditación guiada para despertar el dragón de fuego dormido, esa fuente de energía y vitalidad que se encuentra en tu Psoas, vista nuestro canal: https://youtu.be/iaOK2qgeZqg?si=r4MJyKUgCpGdNZkt



Información inspirada en La biblioteca ancestral, @LaBibliotercaAncestral

 
 
 

Comentarios


bottom of page